miércoles, 6 de diciembre de 2006

Aumentan casos de repatriación

Aumentan casos de repatriación
El fenómeno de la inmigración ilegal entre niños y adolescentes se está incrementando, con base en los registros del Consulado de México en El Paso, Texas
Por: Álvaro Ramos
27/11/2006

CHIHUAHUA, Chih.- El fenómeno de la inmigración ilegal entre niños y adolescentes se está incrementando considerablemente en el país, con base en los registros del Consulado de México en El Paso, Texas.

De esta manera, explica Max Soto -encargado de la repatriación de los menores a sus lugares de origen- se puede ver que de 2001 a la fecha son cada vez más los que viajan solos o en compañía de un coyote hacia Estados Unidos, buscando reunirse con sus padres o tras un empleo.

Las cifras mostradas por Soto dejan ver que en 2001 se deportó a México a mil 418 menores; en 2002 fueron dos mil 365; al año siguiente, 2003, fueron repatriados tres mil 113; en 2004, fueron tres mil 618, alcanzando una cifra similar en el 2005, y para 2006, ya han sido regresados a sus entidades dos mil 946 menores.

El funcionario indicó que las repatriaciones que predominan corresponden a niños y adolescentes originarios de Durango, Guanajuato, Michoacán, Oaxaca y Chiapas.

Un asunto preocupante, dentro de este tráfico ilegal de personas, destaca Max Soto, es el hecho de que los coyotes ya ofertan el paso de los niños, pues cobran por dos menores, el precio que un adulto paga por cruzar la frontera.

El empleado consular comenta que cuando se embarcan en esta aventura, los adolescentes se exponen a asaltos, agresiones sexuales, robos y accidentes en carretera o en las vías del ferrocarril.

Por otra parte, existe el factor clima, ya que los chicos suben a un tren en el sur del país, en donde el ambiente es semitropical, iniciando su travesía con ropa ligera y conforme van subiendo hacia el norte, el clima se vuelve más hostil, a tal grado que muchas veces no cumplen su objetivo, dándose casos en que prefieren entregarse a las autoridades municipales de Chihuahua, para que éstas les proporcionen un abrigo y los devuelvan a su casa, sin que esto quiera decir que abandonan la intención de viajar; sólo que ahora buscarán hacerlo en primavera o verano, con un clima más cálido, pero con el riesgo de morir deshidratados en los desiertos de Chihuahua, Texas o Nuevo México.

En estos casos, el DIF en la capital del estado y en Ciudad Juárez juegan un papel crucial, ya que esta instancia se encarga de recibir a los menores para darles atención médica y ropa adecuada para soportar las temperaturas extremas, además de convertirse en el enlace con las autoridades de las entidades de origen para regresarlos con alguno de sus familiares.

Esta institución atiende un promedio de 150 casos al mes; en algunas ocasiones los menores pasan más de dos meses en los albergues creados con este fin, pues no es fácil dar con el paradero de sus familias.

La edad de estos viajantes oscila entre los 13 y 17 años (80% ), y entre los dos y los 12 (20%).


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